Dibujos animados que se han convertido en NFT coleccionables

Una de las aplicaciones más interesantes de la tecnología blockchain —aunque no la única— es la posibilidad de crear tokens no fungibles o NFTs. Este tipo de productos virtuales permite generar obras virtuales singulares —en el sentido de que tienen certificados de autoría, autenticidad y exclusividad— que pueden coleccionarse o ser objeto de comercio e intercambio, ya que no pueden duplicarse o dividirse.

Con el desarrollo inicial del metaverso, los NFTs coleccionables han comenzado a poblar distintas plataformas, por un lado como reclamo de las mismas y por otro como atractivo elemento de valor añadido para los usuarios que estén interesados en invertir en «arte» digital. Estos NFTs en concreto se están proyectando como un «trampolín» para artistas y creadores actuales, pero también para rescatar productos y marcas registradas de hace más de tres décadas que cuentan con un amplio mercado de seguidores y coleccionistas.

Los NFT y la cultura popular

Desde inicios de los años 2000, la denominada «cultura de la nostalgia» ha sacado un enorme rendimiento comercial a los recuerdos de varias generaciones. Por encima de todos los demás, el conjunto de productos de consumo masivo que vivieron su máximo esplendor en la década de los años 80 y 90 viven hoy una «segunda juventud». El público en la franja de edad entre los 35 y los 45 tiene hoy el poder adquisitivo suficiente para, a través de los recuerdos asociados a determinados productos e iconos culturales de su niñez y juventud, recuperar las sensaciones positivas que estos les proporcionaron en su momento.

En virtud de esta tendencia series, películas, canciones, formas de vestir, complementos, juguetes, etc. están hoy especialmente cotizados en el mercado de segunda mano e inspiran a su vez a sus contrapartes contemporáneas, que se apoyan en ellos o tratan de imitarlos.

Este contexto ha servido de impulso para que el creador y propietario de la marca registrada Teenage Mutant NinjaTurtles (Las Tortugas Ninja en España), en colaboración con Viacom International Inc., haya comenzado a crear NFTs asociados a esta conocida serie de animación de los 80 y 90, que fue un auténtico fenómeno de masas global, mucho antes de que Internet posibilita su expansión planetaria.

Las series de animación, la puerta de entrada a la ficción en el mercado NFT

Este inteligente e interesante movimiento de Viacom puede ser el «pistoletazo de salida» para otras empresas y multinacionales del ocio y el entretenimiento, que pueden hacer algo similar y también poseen los derechos de conocidas series y productos de ficción de la misma franja de tiempo. Del mismo modo que ocurría con Las Tortugas Ninja, series de animación como G.I. Joe, Masters del Universo, Thundercats o Saint Seya (Los Caballeros del Zodiaco en España) tenían asociado un importante componente de coleccionismo, al venderse juguetes y todo tipo de productos relacionados con sus personajes, desde camisetas hasta fiambreras o artículos de papelería por citar solo algunos ejemplos. Implementar NFTs de estas series podría darles —de nuevo— una segunda vida a todas ellas en el mundo virtual.

Más allá de la animación, otras gigantes del entretenimiento como Lucas Arts, Disney o Marvel Studios podrían registrar NFTs coleccionables de otros productos de ficción que se han disfrutado —y se disfrutan— en las salas de cine y en las pequeñas pantallas, todos ellos con una inmensa comunidad de entusiastas seguidores que, además, son coleccionistas: Star Wars, Indiana Jones, Stranger Things o cualquiera de las películas y series del MCU (Universo Cinematográfico de Marvel). Podríamos estar ante el inicio de unalarga y productiva «historia de amor» entre el pasado y el futuro en forma de NFT.