Metaverso y privacidad: así están las cosas en la actualidad

La tecnología apasiona, pero también asusta, sobre todo cuando se trata de la privacidad del usuario. Eso es, precisamente lo que sucede con el metaverso. Es frecuente leer noticias del metaverso que trate una cuestión tan delicada como es la privacidad. ¿Cómo de intrusivo puede ser el mundo virtual metaverso? ¿Quién tendrá acceso a los datos que se generen en este entorno? Estas son algunas de las preguntas más habituales, pero no las únicas que se reflejan en las noticias del metaverso. En Orange arrojamos algo de luz sobre este asunto. 

El metaverso virtualiza todos los aspectos de la vida de un individuo. La dimensión social, económica, política y emocional quedan recogidas en el metaverso una vez el usuario accede a él. 

El usuario se crea una identidad digital cuando accede al metaverso. Lo hace mediante un avatar, que es la representación gráfica que se emplea en el metaverso para identificar a cada individuo. Sin embargo, los datos que circulan por el metaverso no solo se obtienen de ahí. Hay que tener en cuenta que también utilizará monedas virtuales, así como ‘wearables’ que obtendrán información del usuario en todo momento.

Recopilación de datos

Este entorno virtual está diseñado para no tener fronteras. Esto puede generar problemas al usuario, sobre todo en lo referente a la privacidad. Los datos que se utilizan en este entorno aumentan de manera exponencial a medida que se utiliza. Esto es algo que sucede en cualquier entorno virtual, ya que, al igual que el metaverso, están diseñados para tratar amplios espectros de información sobre las actividades humanas. 

La diversidad de datos que se tratan aumentan exponencialmente a través de los wearables o de las gafas de realidad virtual, que pueden extraer información sobre variaciones del iris. 

Esta circunstancia es lo que permite perfilar cómo es el usuario a niveles no conocidos antes. La información fluirá en un doble sentido. Por un lado, irá del individuo al entorno y, por otro, del entorno al individuo. Esto provocará mínimas variaciones en el avatar que se utilice para interactuar con el mundo virtual. ¿La consecuencia? La posibilidad de desvelar información no deseada en el metaverso.

Cuáles son los riesgos del metaverso para la privacidad

Hay que tener en cuenta que en el metaverso el usuario experimenta los eventos que se producen como si los estuviera viviendo en el mundo real. La privacidad se pone en entredicho debido al empleo de la tecnología, que podría suponer un riesgo para los derechos y libertades de la persona. 

El individuo podría enfrentarse a problemas como la suplantación de la identidad, el uso de datos personales y el hackeo de la información privada a través de vulnerabilidades de los wearables o la vigilancia masiva. 

Es por eso por lo que a la hora de desarrollar el metaverso, sus creadores deben poner en marcha también tecnologías que emulen en el mundo virtual los mecanismos de regulación y de gobernanza que ya existen en el mundo real. Instituciones como la Unión Europea ya se han puesto manos a la obra y han planteado nuevas propuestas de regulación digital que ponga coto a nuevas tecnologías como la IA o el uso del dato en entornos digitales.