Los NFT para el arte y la música: así funcionan

Si te preguntas qué es un NFT la mejor forma de definirlos de manera muy escueta es recurriendo a la afirmación de que se trata de un archivo digital, imposible de copiar, modificar o dividir, con certificado de autoría, propiedad y autenticidad basado en tecnología blockchain.

Los Non Fungible Tokens más habituales son de tipo gráfico —ilustraciones, dibujos, fotografías, collages, etc.— pero no son las únicas «formas» que pueden adoptar. También pueden considerarse NFTs algunas skins en ciertos videojuegos, avatares exclusivos para entornos virtuales, cromos coleccionables, entradas a eventos y espectáculos de aforo limitado y un largo etc. Además, los NFT han impregnado la industria de la creación y producción musical, y representan una oportunidad de revolucionar esta.

Los NFT de corte artístico ¿Cómo crearlos?

Muchos artistas, sobre todo los creadores emergentes o aquellos con una vinculación más estrecha con el mundo digital y de la tecnología, están descubriendo que gracias a los NFT pueden dar a conocer sus obras y, al mismo tiempo, cobrar derechos de autor sin intermediarios. Por eso el mundo del arte tradicional está viviendo con inquietud y curiosidad a partes iguales la irrupción del blockchain en el mercado. Además, los NFT cuentan con una ventaja añadida: su facilidad de creación y transformación en activo digital.

Cualquier artista, de cualquier disciplina o corriente puede transformar una obra suya en NFT. El único requisito —además de disponer de la obra terminada, obviamente— es que el mencionado producto esté en formato digital y que el artista sea propietario de una cripto cartera, para validar la autoría del NFT, poner la obra a disposición en la red blockchain y recibir los beneficios de su venta.

Con una cripto cartera compatible, configurada y activa, el artista no tiene sino que acceder a una plataforma para la creación y gestión de NFT —normalmente OpenSea, aunque existen muchas más—, elegir la opción de «Crear», subir el archivo digital de la obra de arte, rellenar el formulario de sus características y ponerlo a disposición del mercado. La obra aparecerá en buscadores, pero sólo podrá descargar el archivo original su propietario legítimo, una vez que haya pagado el precio correspondiente.

El mercado de la música se puede revolucionar con los NFT

Esta facilidad a la hora de crear un NFT también está beneficiando a otras esferas de creación, como la música. Actualmente la autoproducción y la escucha bajo demanda a través de plataformas de streaming de audio es la corriente mayoritaria. En ese contexto los cantantes, grupos y solistas ven en el NFT la oportunidad para garantizarse los derechos de autor y cobrar directamente por sus canciones a la gente que las escucha sin tener que recurrir a una discográfica o una distribuidora.

Plataformas como Sound, Royal, OneOf o Audius están permitiendo a los artistas poner a disposición del público, bien un número limitado de canciones al mejor postor, bien un número de copias numeradas del mismo archivo —o pieza musical—, lo que permite la venta de discos enteros, si es necesario. La principal ventaja es que, aunque el propietario que desembolsa el precio convenido es, efectivamente, el dueño del NFT —que recordamos que no se puede copiar— los derechos de autor nunca dejan de ser propiedad del artista, lo que favorece la sostenibilidad del mercado y el reparto equitativo de beneficios.