¿Qué es la realidad virtual?

Orange ha pretendido siempre estar a la cabeza de la innovación tecnológica y, además, acompañar a sus clientes en ese camino. A la hora de sumergirse en el metaverso la compañía sigue firme en ese compromiso pero, si aún hay personas ajenas a los términos y conceptos relacionados con él, está dispuesta a empezar a explicar lo básico «desde abajo», para no dejar a nadie atrás. Por eso conviene mirar primero la panorámica completa y explicar las ideas generales. Cuando hablamos de realidad virtual ¿a qué nos referimos exactamente? ¿Son las gafas de realidad virtual imprescindibles? ¿Puede acceder a la realidad virtual cualquier persona?

Realidad virtual: un mundo «gemelo» hecho de unos y ceros

La aspiración de cualquier realidad virtual es imitar lo máximo posible al mundo «real» o mundo físico. La realidad virtual es, al menos conceptualmente, un entorno compuesto por un conjunto de escenarios gráficos —creados gracias a lenguajes informáticos — que pretenden parecerse a su contraparte física en todos los detalles posibles: espacios, distancias, texturas, objetos, sonidos, etc.

De esta forma, gracias a dispositivos especiales creados para tal efecto, como las gafas de realidad virtual, los usuarios pueden «introducirse» en este mundo digital a través de una experiencia todo lo inmersiva posible.

La tecnología que hace posible la realidad virtual no es reciente, lleva en desarrollo durante décadas. A finales de los años noventa y principios de los dos mil, los entornos de realidad virtual eran aún muy primitivos; no pasaban de un conjunto de formas y objetos poligonales muy alejados de los entornos a los que pretendían imitar. No obstante eso ha cambiado notablemente en apenas dos décadas.

El nivel de detalle actual a la hora de recrear elementos reales — agua y texturas líquidas, superficies rugosas y objetos tridimensionales complejos, por ejemplo — hace más complicado distinguir un entorno real de uno que corresponde a una realidad virtual. Y la tecnología sigue avanzando, por lo que veremos cómo esa distancia se acorta aún más.

Las gafas de realidad virtual son imprescindibles

Ya existen desde hace años entornos digitales parecidos a la realidad. Nos referimos al ocio digital, ya que se puede disfrutar hace tiempo de videojuegos muy realistas, como en los casos de Hellblade o The last of us, por ejemplo. Pero en sentido estricto, esos juegos no están diseñados para experimentarse en realidad virtual, sino a través de una pantalla.

Por definición, la realidad virtual requiere la «inmersión» total del usuario. Y para ello es imprescindible disponer de unas gafas de realidad virtual que lo permitan, que cubran por completo sus ojos para que sólo perciba estímulos visuales pertenecientes al mundo virtual en cuestión. Y también unos auriculares que lo aíslen del exterior y que le permitan escuchar la música y los efectos de sonido de la realidad virtual, así como las voces e interacciones con otros usuarios.

Aunque es una opción que no puede calificarse como enteramente perteneciente a la realidad virtual, también es posible una experiencia próxima a la del metaverso, si hablamos de disfrutar de contenidos en 360º gracias a un dispositivo como una tablet o el móvil. 

Es previsible que el día de mañana, además de las gafas de realidad virtual, también estén a nuestro alcance otros dispositivos que nos permitan interactuar con mundos virtuales a través de más inputs sensoriales. Pero, de momento, las gafas de realidad virtual son el mínimo necesario para sumergirse en cualquier realidad virtual. Cualquier persona con unas gafas de este tipo puede vivir una experiencia completa en cualquier universo digital.