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Web 3.0 y metaverso: en esto se parecen
24/10/2022

Web 3.0 y metaverso: en esto se parecen

Funcionamiento

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La Web 3.0, también denominada Web3, es el siguiente paso «evolutivo» del Internet que disfrutamos hoy, llamada en círculos tecnológicos Web 2.0. El metaverso comparte muchas características técnicas y de filosofía con esta evolución, pero no puede decirse que ambas cosas sean lo mismo, aunque los conceptos se confundan. Veamos esos puntos de coincidencia, para entender mejor qué y cómo es el Internet que viene.

 Web 3.0: una nueva realidad aún en desarrollo y difícil de definir

A la «web del futuro» y al metaverso les ocurre lo mismo: al tratarse de realidades tecnológicas que están actualmente desarrollándose es difícil parcelar los temas de debate y los conceptos clave; igual que no está muy claro para algunos qué es el metaverso y cómo funciona, resulta complejo definir con exactitud la Web 3.0. Sobre todo porque no es posible delimitar en una definición canónica un fenómeno en el que confluyen un cambio de actitud, una cultura, la interacción de tecnologías hasta ahora inéditas y ciertas demandas de una sociedad que ha evolucionado, en su relación con la tecnología.

Haciendo un esfuerzo de síntesis podríamos establecer algunos de estos factores de cambio, tanto en la dinámica de funcionamiento del metaverso como en la Web 3.0:

  • Descentralización y horizontalidad. Los grandes gigantes tecnológicos están abocados a perder protagonismo. La red del futuro —al igual que el metaverso— tendrá mucho que ver con la tecnología blockchain. Y ésta no puede entenderse sin comprender que la tendencia nos dirige a redes, colectivos, dinámicas y tecnologías descentralizadas y horizontales, que no dependen de un único «tótem» tecnológico o de estructuras verticales.
  • Control de la información. Los usuarios son cada vez más conscientes de su «entidad» en la red, así como de la cantidad y tipología de información personal que comparten en Internet, o que podrá circular en el metaverso, en su momento. El manejo de ese Big Data, la transparencia en su gestión y la seguridad de la información marcará las diferencias, tanto en el metaverso como en la Web 3.0.
  • Inteligencia artificial. Hasta ahora en Internet únicamente interactuaban humanos; en algunos casos algunos bots automatizados, pero sin demasiada incidencia global. El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) va a cambiar bastante el panorama. Los algoritmos inteligentes, capaces de aprender y mejorarse a sí mismos serán un «vecino habitual» del metaverso y la Web 3.0, por lo que podrán condicionar las dinámicas de funcionamiento de ambos contextos.
  • Flujo de datos y cloud computing. El volumen de datos que circulará, tanto en el metaverso como en la Web 3.0 va a crecer de manera casi exponencial. Desde las imágenes y el audio en alta definición hasta el renderizado 3D, pasando por el mercado cripto bursátil, todo lo que encontremos en Internet va a necesitar de una tecnología capaz de «mover» y gestionar un flujo de información bestial. En ese escenario será importante el papel de la nube y el cloud computing, como mecanismo para optimizar recursos. Tener parte o la totalidad de nuestra información «en la nube» ya es algo habitual y continuará su implantación generalizada en el futuro.
  • Confianza. Si miramos con perspectiva los anteriores elementos comprobamos que tanto el metaverso como la Web 3.0 regresan, en esencia, a los orígenes de Internet: más interacción, más control, mayor capacidad de decidir qué y cómo se comparte, más posibilidades por explorar. Todo ello «sazonado» con unas herramientas tecnológicas totalmente nuevas. En un mundo así será crucial la confianza, la transparencia y la confiabilidad; tanto de personas individuales como de empresas y otras entidades.